Hoy en clase me han dicho que abra la llave del gas para encender los hornos de la cocina. Pero lo que no esperaba era encontrarme con estos tubos tan grandes. Pero pensándolo bien, los tubos son proporcionales al tamaño de las cocinas, que son de la marca francesa Molteni,que son el Rolls Royce de la cocinas.
Tienen tanta potencia, que cuando cocinas, apenas puedes acercar la cara a las placas, porque te quemas. Pueden llegar hasta los 350 Cº. Si los enciendes, la mantequilla en la sala se empieza a derretir, por poner un ejemplo. Son hornos de altísima calidad, principalmente para profesionales, aunque también hay de uso doméstico. Por eso al cocinar, debemos ir bien tapados, con manga larga, pantalón largo y pies cubiertos.
Estos hornos combinan perfectamente la tradición con la modernindad. Su look es vintage con los detalles en cobre y lo puedes encontrar en color azul marino (el nuestro), negro, rojo, cromado, mate…
Los de la escuela llevan casi 20 años en funcionamiento, y están en perfecto estado. De hecho, se dice que estos hornos tienen una vida ilimitada.
Una vez hemos abierto la llave de paso, hemos encendido la placa de gas por 3 pistones, y después ya ha salido la fuerte llamarada que se ha quedado encendida hasta el final de la clase. 
El fogón no es como el que normalmente tenemos en casa. Se tapa y queda totalmente plano y se usa como 
fogón toda la plataforma de hierro que hay alrededor de éste. Así se pueden cocinar varias cosas a la vez, porque disponemos de mucha superfície. Eso sí, cuanto más cerca del fogón, más calor y así jugamos con las distancias según las necesidades de cocción.
La pequeña fábrica en Francia donde se hacen estos hornos desde hace 80 años, es considerada una manufacturera. Es un trabajo artesanal, ya que cada horno se hace a mano por un profesional altamente cualificado para trabajar con hierro. No hay horno igual, porque se hacen a medida, adaptándose a las necesidades y gustos personales de cada chef. Si quieres un horno Molteni, empiezan las charlas de los chefs con los diseñadores, y los planos van y vienen, como siempre pasa en los diseños. Una vez tomada la decisión, pasa a manos del herrero. Por eso tener un horno Molteni, es como tener la joya más preciada. Además, formar parte del proceso de diseño, es una experiencia por sí sola. Molteni es un viaje al pasado y al futuro pasando por el presente, que eres tú y tus deseos. Dado este protagonismo en las cocinas, se le atribuye a Molteni una parte del éxito de un restaurante. Se tiene en cuenta qué tipo de cocina se hace en el restaurante o casa, la ergonomía, espacios para la improvisación, el gas o la electricidad, la estética, una puerta, dos puertas… Molteni no se deja de ningún detalle.
Son hornos a medida, exclusivos, preciosos y tecnológicamente innovadores. Se les compara con un piano legendario, donde cada recital es un mezcla entre una composición armoniosa y el genio del artista.