Betlem Miscel·lània Gastronòmica. Girona 70, 08009 Barcelona. T 93 265 51 05
https://www.youtube.com/watch?v=dAoUYHYsxQU
Cookbooth estrena blog, y con él, un nuevo apartado llamado Chefs and Foodies. Tuve la suerte de que tanto Víctor Fortunado como Aldo Guenther, la mitad de Cookbooth, confiaran en mí como foodie para elaborar una receta junto con Víctor Ferrer, chef del Betlem.
Víctor Ferrer, es el propietario y jefe de cocina del restaurante Betlem, miscelánia grastronómica. Su trayectoria es la de hostelero, en el sentido que le gusta recibir a la gente, un oficio de ocio. Su filosofía es la de ofrecer, a parte de comida, momentos. A partir de esta idea global, nace el restaurante Betlem.
Víctor empieza como jefe de sala, pero con el tiempo se decide por la cocina, aunque siempre con el mismo fin de complacer a la gente. Es entonces cuando decide apostar por estudira en el mejor sitio posible. Se muda a Francia, la meca de la hostelería. Se mueve durante años en el mundo de la alta gastronomía, pero con el tiempo se le hace enfarragoso y decide volver a España, concretamente a Barcelona, donde trabaja con Santi Santamaría en el Racó de Can Fabes, entre otros. Metido en el mundo de las estrellas, decide un día aprovechar una oportunidad que le brinda la vida.
Sus tíos tenían el mítico colmado Betlem desde los años 60 en un local originiario de 1892. Convirtieron un local de ultramarinos en una tienda gourmet. Hace unos años, se jubilan y Víctor no deja que traspasen el colmado y se lo queda. Con pocos medios, Víctor debe mantener la tienda durante unos años para poder tener los recursos suficientes para montar lo que es hoy el Betlem. Durante esa época fue haciendo cenas clandestinas en su trastienda para finalmente poder hacer la reforma actual. Hay una curiosidad, el nombre de Betlem no es el original desde 1892. Durante la obra descubrieron unos papeles en los que denotaba que se llamaba Miscelánia previamente, con lo que Víctor decidió juntar los dos nombres: Betlem, Miscelánia Gastronómica.
Yo no puedo sentirme más contenta con que Cookbooth nos haya juntado a los dos para elaborar una receta juntos. Ambos tuvimos una experiencia muy agradable, y encima yo aprendí a cocinar unos calamares con samfaina que estaban exquisitos. Su restaurante es honesto y natural, como él mismo, y las elaboraciones, tratan de respetar al máximo el producto tratando de manipularlo lo menos posible. Además, Víctor y yo nos proclamamos amantes del cilantro, constatando de nuevo que el mundo está dividido en dos bandos: los que aman y los que odian el cilantro. Y también de la pimienta, de la que, como podéis ver en el vídeo, nos gusta usar en desmesura.
Hubo química, y a parte de la que se produjo en los fogones. Mientras Víctor me daba una lección magistral, Cookbooth grabó el encuentro. Víctor se manejaba en los fogones, yo jugaba con la app de Cookbooth, registrando fotográficamente todos los pasos de la receta para que otros usuarios puedan disfrutar de ella.
Fue un verdadero placer. Gracias a todos.