Sagàs. Pla del Palau 13. 08003 Barcelona. T 93 310 24 34. www.sagaspagesosicuiners.com
Hace tan solo unos meses descubrí en un pequeño restaurante vietnamita que hay cerca de Frescota, La Vietnamita, y me pedí por primera vez un Bánh mì y me pareció maravilloso. Es un producto originiario de Vietnam con claras influencias coloniales francesas y ahora entenderéis el porqué. Delicadeza y explosión de aromas y gustos orientales se encuentran en la carne, nabo, zanahoria, gengibre, cilantro, salsa Sriracha y pasta de cacahuete, y todo encamado en una baguette recién hecha artesana le da le touche français. Alex y yo nos dimos un pequeño homenaje, una merendola como dios manda y nos metimos entre pecho y espalda y a las 18h de la tarde un delicioso Bánh mì, un bikini inolvidable de mozzarella de búfala de la Campania y miel de romero y un bocadillo con entrecoca de Mossèn de Folgueroles de porchetta con jugo de su rustido. Los panes son para morirse, volver a resucitar y morir de nuevo.
El proyecto de Sagàs es una colaboración del grupo Sagardi con Oriol Rovira, el maestro chocolatero, que tiene orígenes en su finca de Els Casals, que está sita en la pequeña población de Sagàs de 143 habitantes, en la comarca del Berguedà. En este entorno es donde la família Rovira realiza sus actividades cotidianas tales como la cría de ternera, cerdos, pollos… bajo los criterios de sostenibilidad y calidad, pero sobretodo con muchísima pasión. El cultivo de los campos y del huerto inicia el ciclo que empieza por la tierra, el origen de todo y da sentido a lo que son, una famíllia de payeses. El pequeño de los Rovira, Oriol, es el cocinero de Els Casals de Sagàs, es el que ha puesto en marcha esta propuesta y el resto de su família se ha puesto a su alrededor para darle calor y apoyarle en esta iniciativa. Todos los productos de Sagàs provienen de Els Casals (huevos, carnes, verduras, sobrassada…) que son al 100% libres de colorantes, aditivos o conservantes. Pero a estos productos le han dado la vuelta, y lo han hecho literalmente porqué lo han hecho por el por mundo, ofreciendo bocados típicos como el báhn mì de Vietnam, los Bons de China, las sardinas ahumadas de Sicília, los frankfurts de Baviera, la chilli cheese burger de Texas, el classic burguer de Nueva York, el chicharrón de Méjico, el Bo Ssäm de Korea. Habrá que probarlos todos, porque creo que son los mejores bocadillos que jamás he probado. La hamburguesa, como siempre, es un hit, y aunque no la probé, a juzgar por el resto, debe ser exquisita. Un festival.