En la cocina de amigos, Recetas, ideas, inspiración, Recipes

NANCY, LO QUE HACE QUE UN HOGAR SEA DULCE

Gourmet sandwitches de Nancy
Gourmet sandwitches de Nancy

Hay una gran diferencia entre un bocata, y un bocata delicatessen, y si no, pregúntaselo a Nancy Herbert, mi tía neoyorkina casada con mi tío preferído “El tío Paco” (Frank). En Estados Unidos, como todo el mundo sabe, las famílias se dispersan y expanden por todos los estados sin ningún tipo de arraigamiento respecto a su tierra natal, cosa que me parece un acto de independencia y osadía tremendo y les aplaudo de pie por ello. En el caso de los Herbert, mi família americana, todos tienen origen en Nueva York, pero ya pocos quedan ahí excepto mis tíos Frank & Nancy y mi prima Kaity a quien tanto envidio por vivir en el mismísimo Manhattan a los 25 años – edad en la cual viví en la ciudad y anduve cada rincón sin perderme acontecimiento que se cociera por doquier-. El caso es que, como cada vez que voy a Estados Unidos para visitar a mi família o amigos vuelo a JFK, siempre me quedo un par de días en casa de Frank & Nancy, en Westchester, al norte de Nueva York en una zona verde, tranquila, rica y preciosa. Los días que paso ahí son una delícia, y no sólo porque paso tiempo con una parte de mi família que veo tan escasamente y tanto adoro y tanto saboreo cuando voy, sinó porque siempre mis experiencias se vuelven culinarias cuando estoy cerca de Nancy. Nancy tiene una de las cocinas más bonitas y vividas que he visto jamás, con una isla central de donde cuelgan del techo ollas de cobre, un horno industrial que está siempre encendido, con una despensa para morirte donde te pierdes como si estuvieras en un mismo supermercado. Y lo mejor: el olor, siempre huele a comida rica, a chocolate chip cookies recién hechos o a carne argentina jugosa recién cocinada, como la que venden online en Carnes Villa María.

Este septiembre, invitamos a 10 personas a comer a su casa y decidió hacer, a parte de unas ensaladas insuperablemente creativas, unos bocadillos. Pero no unos bocadillos cualquiera, sino unos “gourmet sandwitches”, como dijo ella. Compró unas barras de pan de unos 40 cms, bien crujientes y con una miga muy densa y esponjosa y las abrió por la mitad, aderezándolas con una vinagreta hecha en casa. Se puede hacer de mostaza, miel, aceite y limón, por ejemplo. Luego, empezó a sacar de la nevera un montón de ingredientes para componer los bocadillos: berengenas cortadas en mandolina y rebozadas, pimientos rojos y amarillos a la brasa, lonchas de queso, roast beef cortado fino, calabacines a tiras fritos, hojas enormes de albahaca… Hizo bocadillos con capas y capas de estas maravillas de ingredientes, de tal modo que apenas se podían cerrar los dos lados de pan. Bocadillos suntuosos para apetitos gourmet. Luego los partió en 4 y pudimos degustar cada uno de los bocadillos delicatessen que preparó, alucinar, chuparnos los dedos y morirnos de ganas, como yo ahora mismo, de volverme a tomar otro.