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Kaguya-Hime, un japonés por descubrir

Restaurante Kaguya-Hime. Bailén 221, 08037 Barcelona. T 93-1798-664. Precio medio 25 euros.

Barra del Kaguya-hime
Barra del Kaguya-hime

Kaguya-Hime significa princesa luz brillante y es el nombre de una dama de la mitología japonesa que provenía de la luna y nació dentro de un tronco de bambú para satisfacer la necesidad filial y el vacío de una pareja de ancianos que ya no podían tener hijos. Esta fue la fábula que les gustó a los dueños del restaurante, además de la sonoridad de su nombre, y así llamaron a su restaurante.

El Naguya-Hime fue para mí una grata sorpresa, descubierto gracias a Isa y a Marc, que acababan de volver de Japón de su viaje de novios. No hay nada mejor que ir a un restaurante sin expectativas y salir satisfecho. Y como siempre me pasa cuando disfruto muchísmo de un lugar, voy ganas de volver a comer al día siguiente, y así fue, cuando pude ir a tomar unas notas y hacer alguna foto para este post.

Por fuera el Kaguya-Hime no llama la atención, y por dentro tampoco. Es sencillo, de líneas rectas y básicas. Pero cuando entres, sí es muy buena señal pasar por la barra de camino al comedor y ver detrás de ella a 4 japoneses dándote las buenas noches. Bien, pues no son japoneses, son chinos. Guo Lu y su mujer Lin, estrenaron restaurante hace un año y medio, él como sushiman y ella en la sala. Guo Lu provenía del Kibuka, donde estuvo 4 años antes de emprender su camino como restaurador. El Kibuka fue quién lo rescató del restaurante japonés del Hotel Guadalpin de cinco estrellas en Marbella en el que estuvo 5 años trabajando. Antes de su experiencia por el sur, había estado en Barcelona trabajando en el Shibui y en el Sushi Itto. Guao es sin duda un hombre con una gran experiencia con 15 años al frente como sushiman. Y ese savoir faire se nota en su cocina, aunque el Kaguya-Hime aún no sea más que conocido principalmente por la clientela de barrio.

La carta es extensísima, y pedimos muy generosamente shake furai uramaki, tataki carpaccio, salmón terayaki (se te deshacía en la boca), gyozas (posiblemente las más buenas que he probado por su toque de aceite de sésamo), oshisushi (spicy atún tempura en sandwich) que es creación de la casa, sushi no moriawase (compuesto por 7 unidades de sashimi de pescados diferentes) y como colofón unos niguiris de hotate (vieira), unagi (anguila, uno de mis preferidos), kanotegi (salmón ikura con yema codorniz) y otra especialidad de la casa, el dragon uramaki (rollo de rebozado relleno de salmón picante, rúcula y aguacate). Todo espectacular. Todos los platos están hechos con productos frescos y de calidad, y sorprende la buenísima relación calidad-precio. El pescado es de Mercabarna y los platos comprados en el Tokio-Ya de la calle Gerona 119. Hay menú de mediodía de 10-11 y 12 euros. También hay Take away. Vale la pena visitarlo. Desde In the Mood for Food, muchísima suerte Guo y Lin.

www.kaguyahimebcn.com