El miércoles nos invitó Lázaro a comer a su casa. Como siempre, en sus reuniones, junta a gente interesante. Esta vez, su amiga Ivonne, coreana afincada en Cataluña desde hace más de 30 años, que es una gran cocinera, nos deleitó con infinidad de platos de su país natal.
La cocina coreana tiene una base de arroz, verduras, pescados y mariscos y lo más interesante es que no existe un concepto de primer o segundo plato, sino que todos los alimentos acompañan el arroz en una especie de coordinación culinaria de pequeños platos. No se parece ni a la cocina china ni a la japonesa, y según hablé con Ivonne, tampoco es excesivamente picante, pero sí muy sabrosa. Ella nos hizo costillas con una salsa dulce, panceta salteada con pimientos y cebolla que se enrollaba en una hoja de lechuga, que hacía un contraste entre crujiente y blando y frío y caliente, un kimchi de col picante, unos makis muy suaves de verduras, espinachas fermentadas, fideos de boniato acompañados de verduras y unas hamburguesas vegetales que elaboraba ella misma y que no dejaron de circular recién hechas. Para terminar hizo un caldo impresionante y muy sencillo: alga wakame y mejillones hervidos. Estaba buenísimo. Toda la cocina coreana me resultó sanísima y muy equilibrada.
Me sorprendió muchísimo porque no había probado la cocina coreana antes, y ahora me he quedado con las ganas de conocerla más. Ivonne me habló del único restaurante coreano bueno de la ciudad, que se llama KIM y está en la calle Legalitat 22, bis (en Gracia al lado del metro Joanic). El teléfono de reservas es el 93 284 41 79.
Lo principal en la gastronomía de Corea es el bulgogi (literalmente significa carne al fuego) y kimchi (plato elaborado con verduras fermentadas). Existe una gran variedad de platos con alto contenido vegetal. Una característica de esta cocina es que raramente contiene productos fritos, al contrario de lo que sucede en la comida china y por lo tanto no se usa apenas el aceite. La costumbre es hervir o escaldar los alimentos, o asarlos, cocinarlos al vapor, etc.
De postre tomamos pastel de chocolate, carrot cake y un gran panetone. Y como siempre, Lázaro nos hizo sus maravillsos gin & tonics frutales de pera, arándanos… en copa balón, que entran como si nada, además de que nunca te deja decir “no” y siempre tienes uno en mano. Al final de la comida, me quedé hablando un buen rato con Ivonne, que me habló de la manupuntura, una técnica milenaria coreana de curación basada en la acupuntura en tus propias manos. Me enseñó qué partes equivalen al cuerpo humano en mi propia mano y me han entrado ganas de hacer un curso, porqué quisiera hacerle estos masajes a Simón y a Alex cuando les moleste algo… También me dijo que su hija, desde los 10 años, le dice que quiere ser presidenta de España, aunque en vistas de cómo son los políticos, quiere ser de la ONU. Me lo pasé muy bien, gracias Ivonne y gracias Lázaro. Xoxo.