El domingo 6 de junio hicieron un programa muy interesante en la televisión llamado Vuelta y Vuelta. Este progama habla de opuestos, y en este caso, comparaban la cocina tradicional y casera de un restaurante de Málaga llamado El Padilla versus el laborioso trabajo culinario de El Celler de Can Roca.
Si clickáis sobre este link de Vuelta y Vuelta podréis ver un trailer de casi minuto y medio. Fue muy interesante. Te enseñaba dos formas de hacer diferentes, la de un local grande, donde frecuentan trabajadores y comen en 20 minutos un menú, y la de un lugar cuidado, relajado, donde ir a comer no es sólo alimentarse, sinó una experiencia en sí.
Las entrañas de El Celler de can Roca, o sea, la cocina, es preciosa. Amplia, limpia, cuidada, minimalista, tecnológica, moderna, silenciosa, ordenada. Se divide por zonas, según la laboriosidad que requiere el plato, mientras que la de El Padilla es febril, intensa, ruidosa y a simple vista caótica. Pero funciona muy bien. Son rápidos y ejecutivos, y las mesas quedan libres cada 30 minutos, o sea, que el comensal come en un media de 20 minutos. Mientras que la experiencia de comer en El Celler es de alrededor de unas 3 horas.
En El Padilla hay un camarero por cada 15 mesas, y en El Celler la relación es de 30 personas por 30 comensales, o sea, relación 1 a 1.
En El Padilla se hacen pucheros y en el Celler platos hechos con nitrógeno líquido. En El Padilla marchan flanes caseros de postre, y el El Celler un postre que se asemeja a un puro hecho con humo de éste.
Se les retó a que cocinaran lo que quisieran a partir de un par de huevos. En El Padilla hicieron un revuelto de espárragos trigueros y en El Celler un huevo poche sobre base de erizo. Obviamente en el primero la presentación era tal cual, y en el segundo había más intención.
El Celler está regentado por los 3 hermanos Roca, que están representados por 3 grandes y bonitas piedras que se amontonan escultóricamente sobre el mantel perfectamente planchado que hay sobre cada una de las mesas. 
Las 3 Rocas son, Joan Roca (1964) que es la mente salada. Josep Roca (1966), que es la mente líquida y Jordi Roca (1978) que es la mente dulce. O sea, platos, vinos y postres. Un dato curioso es que los 3 hermanos comen cada día en el restaurante que tienen al lado, que es nada más y nada menos que el de su maestra: su madre. Ahí la cocina es de toda la vida, casera. Con este último dato, no hace falta que diga nada más.