Restaurantes de Barcelona, Restaurants

CASA PALOMA

Hace un par de meses nos invitaron a la preinauguración de este local, que en su momento aún no tenía nombre y quise esperar a escribir este post para no dejar el título en blanco. El interiorista de Casa Paloma, a parte de haber hecho un trabajo increíble, es un gran amigo nuestro, (Lázaro Rosa-Violán aka “todo lo que toco se convierte en oro”) y fue gracias a él, que conocimos el restaurante. Los propietarios de Casa Paloma, le ofrecieron una mesa para invitar a sus amigos para la preinauguración, y ahí estábamos. Fué una noche memorable, fluída y lo mejor, inesperada, en la que acabamos bailando encima de la mesa, cantando rumbas y tocando la guitarra con Javier, todo un personaje. Gracias Alejandro por la invitación. Al Confidencial, como han llamado al espacio de la planta baja, se puede bajar a tomar el café o tomarte una copa en su maravilloso Chester de 4 metros (abierto hasta las 2 de la mañana).

Inolvidable Chester en el Confidencial

Es un espacio amplio y diáfano, lleno de butacas y sofás, cómodo para la mente y para el cuerpo. Hay un ascensor de hierro, industrial y misterioso, que te lleva a la planta de abajo desde el restaurante que parece que seas un local clandestino en el Meat Packing District. La iluminación, un fuerte de Lázaro, viene dada por la mezcla de lámparas de pie, de sobremesa, y una luz indirecta que emerge del interior de las bigas del techo, que otorga un ambiente único. Tiene una barra de bar que recuerda a un pub inglés, pero en un local lleno de referencias, rico y ecléctico, preparado para recibir a clientes con las mismas características. Perdonad que empiece por aquí, pero aquí terminó mi noche, y fue realmente mágica.

Casa Paloma también tiene terraza
El Confidencial
Enrique Valentí, uno de los propietarios

Casa Paloma está en Casanovas 209, entre Diagonal y Travesera de Gracia. Abrieron hace un par de meses y los propietarios son Alejandro, Paloma y Enrique, quien fue cocinero del Drolma durante años y ahora es el encargado de el restaurante. También hay una figura muy importante, Cristina Cusí, que es la jefa de sala y mujer de Alfred Romagosa, el jefe de sala del Drolma. El cabeza de cocina es el chef Jordi Goto.

El interiorismo es de Lázaro Rosa-Violán

El restaurante braseria es tipo bistro, al más puro estilo francés neoyorkino. El espacio tiene una luz espectacular que entra por los grandes ventanales que dan a la calle Casanovas, y es una cocina honesta, y el ambiente es “casual” y variopinto. Las mesas son de madera, muy agradables al tacto, los platos blancos y sencillos y los vasos (aunque sé que han sido comentados antes), rojos y maravillosos. Los platos son para compartir, que convierte el ritual en algo más divertido y a la vez lo hace más informal. Su especialidad y su oferta madre, es la carne, tanto los tártares -a los que incorporan tomate, para refrescar- como la brasa, pero también contará con la incorporación de platos de temporada. La carta también cuenta con aperitivos para acompañar el vermouth: aceitunas, berberechos, boquerones, secallona, manchego, cecina de león…

Ensalada de tomates, bonito y cebolla

Ensaladas, y platos caseros como el salmorejo, la esqueixada, macarrones, tortilla rota de patata y butifarra (un must)…

Angus que acompañamos de cebollas caramelizadas y puré de patatas

Principalmente hay 3 tipos de carnes, cada uno servido en el corte que requiere para sacarle mejor provecho (talle bajo, alto, solomillo…) Encontramos el angus, que es originario de Irlanda, implantado en 1920 en los pastos argentinos. Son novillos hembras q pastan a campo abierto y por eso tienen bajo contenido en grasas. Esta carne es de sabor sutil y no necesita ningún tipo de maduración antes de ser cocinada.

Aquí se elaboran los tartares a tu gusto

El Frisian, que es carne que viene del centro de Europa, se diferencia del angus principalmente por su proceso de maduración, de 21 a 60 días. Es carne muy sabrosa, que poco hecha, dado su alto contenido en agua, es una explosión de sabor.
Por último tenemos el Wagyu, q destaca por su procedencia de Japón (Wa: Japón y Gyu: ganado) y es de excelente ternura.
Las carnes están elaboradas en la parrilla de carbón y no necesitan nada más, aunque se ofrece acompañarlas de salsa bearnesa, bordalesa, marchand du vin y café de París.

Estoy segura de que Casa Paloma se convertirá en poco tiempo en un clásico. Su ambiente distendido, su decoración, su público, su ubicación, y principalmente, la amabilidad de su servicio y su comida transparente de tú a tú, lo convertirá en un sitio que el que va, seguro repetirá. Y sobretodo los amantes de la buena carne. Buena suerte a todos y nos vemos pronto.