Bar Tomás. c/ Mayor de Sarriá 49. 08017 Barcelona. T 93 203 10 77.
En este blog hay una sección de bravas y me he visto obligado a escribir un post para hacer justicia: las mejores bravas que yo concibo son las del bar Tomàs. Claro que están buenas las del Mandri, las del Dos Torres o las del Turó. Me encanta también la sorprendente versión modernizada de las patatas bravas que ha hecho famosa Sergi Arola, rellenando un tubo de patata frita con el allioli y el picante encima. Pero todas las bravas que he probado y las que me quedan por probar tendrán que medirse con las del Tomàs. ¿Por qué? Porque allí probé mis primeras bravas con mi padre y descubrí la poderosa adicción que te lleva a pedir ración tras ración. Quizás porque conserva esa atmósfera añeja de bar de pueblo de cuando Sarrià era eso, un pueblo. Y sobre todo porque las patatas siguen siendo rematadamente buenas. Tienen un corte rústico,son gordas e irregulares, pero siempre están bien fritas, suaves y melosas. El allioli es potente y la salsa brava pica, algo que inexplicablemente se ha perdido en muchas de las bravas que podemos encontrar en otros bares. El personal es prepotente, no dejan entrar a perros y las otras tapas no son nada del otro mundo. ¿Qué más da? Tienen las mejores bravas y lo saben.
Dicho esto, reto a cualquiera a que me descubra unas bravas mejores… ¡intentaré probarlas todas! Pocas cosas hay mejores en la vida que tomar una caña y unas bravas rodeado de la gente a la que quieres.