Restaurante El canalla y El villano. Mayor de Sarrià 95. Terraza en Plaza Sarrià. Teléfono: 93 205 88 06. Menú de mediodía 9,5 €.

Isidro Marqués, propietario del restaurante Tantarantana en el Borne y el San Telmo en el Eixample, abre esta vez en el barrio de Sarriá un pequeño y auténtico bistro llamado El canalla y El villano. Llevaba semanas que quería ir, pero se me adelantó la invitación de Myriam, mujer del Nevid Nikravan (copropietario del restaurante y estudiante la Hofmann durante un año) a comer un día entre semana y también se apuntó Isidro con nosotros, quien me contó algunas curiosidades sobre el restaurante.

Empezamos por un tour del local, del que debo admitir que me dejó impresionada, parece que hubiera estado ahí toda la vida. Inspirado en los típicos bistros parisinos o neoyorkinos, pero brillando con luz propia, El canalla se establece como un bar de tapas en el que la modernidad se ha puesto a servicio de la tradición. En la entrada, una pequeña barra que se respetó del local anterior y las botellas de vino a la vista te dan la bienvenida. En este mismo espacio, uno puede venir a degustar los deliciosos gin tonics que preparan, especialmente el de regaliz. Nos adentramos un poco más y encontramos el pequeño comedor de El canalla, hay pequeñas mesas rodeadas de sillas rojas de hierro y otras de madera, la pared recubierta con papel de periódico y con ilustraciones de Laia Armengol, unos espejos listando los nombres de las tapas y un mueble recuperado precioso donde podemos ver conservas a la vista y demás utensilios.
Precioso baño de El canalla


En esta misma planta, encontramos el baño, que es un lugar mágico, con una luz especial que hace que luzcan las antiguas baldosas que han colocado en él. También encontramos en las puertas de los baños de cada sexo, dos ilustraciones muy bonitas de Laia Armengol. La verdad es que dan ganas de poner una mesa aquí y comer o cenar en este rincón tan romántico.
En la carta podemos encontrar de todo. Para tapear, olivas, croquetas, patatas bravas, ensaladilla rusa, mejillones, boquerones y hasta ostras. Luego tenemos los huevos canallas, que son huevos estrellados simples o con foie o jamón. Pescado fresco del día, gambas, calamares o sepia y, lo más importante, cocina al carbón, su singularidad. En la cocina pude ver con mis propios ojos el horno Josper, montado por García Casademont, quien diseña a medida las cocinas de El Bulli o de El Celler de can Roca. En este horno Josper hacen el buenísimo arroz mar y montaña (lo comí), el chuletón, el entrecot y el solomillo (que también me comí), que me cuenta Isidro que hace 10 años que se sirve la carne Casanova, que está en La Boquería. La carne viene de terneras de Gerona, que dice ser mucho mejor que el buey, al que hormonan sobremanera. No sólo la cocina y los productos son de primera calidad, los cocineros también, que vienen nada más y nada menos que del Tapas 24.






Subimos al piso de arriba y por el camino me encuentro un collage de posters a todo color que me seducen y conducen al comedor de El villano. Este contrasta con la informalidad del piso de abajo y su ambiente es más sobrio.
La comida me resultó excepcional y ya tengo ganas de repetir. Ofrecen un divertido y asequible menú de mediodía de 9,5 € compuesto por un plato principal abundante, bebida y postre. Mucha suerte Isidro y Nevid, estoy segura de que, a pesar de ser nuevo, es ya un clásico.