Restaurante Belvedere, Meghenagna (Top View mountain), Addis Abeba. T +251 912 639 290
En Addis Abeba, a parte de la injera (el plato nacional), no hemos encontrado muchas otras opciones a parte de pizza y pasta, que lo sirven en casi todos los restaurantes que no son tradicionales. Vale, de acuerdo, a todo el mundo le gusta la pizza y la pasta, pero lo curioso es que casi ninguno de estos restaurantes, a parte del elitista Castelli (donde suelen ir Brad Pitt y Angelina Jolie cuando viajan a Etiopía), están regentados por italianos.
Sin embargo, el Belvedere, es un restaurante en el que podrás degustar platos auténticos italianos, ya que los hermanos Silvana y Orazio, de padre italiano y madre etíope, acaban de aterrizar en Addis hace unos meses y han abierto un restaurante magnífico. Es curioso ver a dos etíopes de aspecto hablando perfecto italiano entre ellos, y es que vivieron 15 años en Friuli, al noreste de Italia, donde estudiaron hostelería y montaron ahí un restaurante etíope.
La noche antes de haber comido en el Belvedere, habíamos ido Alex y yo a ver las vistas de Addis desde el pequeño mirador en el Top View y cuando miramos hacia atrás, descubrimos este restaurante en lo alto de unas escaleras. Subimos y nos encontramos con Silvana y Orazio a quienes les preguntamos por el local y nos comentaron muy amablemente que no había carta, que tú llegabas y ella te hacía los platos más frescos según el producto que tenía en aquel momento. Me explicaron que trabajan con agricultores de la zona, km O y con productos ecológicos, así que no nos lo pensamos dos veces y reservamos mesa para 13 personas al día siguiente para celebrar nuestra despedida con las parejas e hijos con los que tanto hemos compratido en este viaje hacia la adopción de nuestros hijos.
En Addis Abeba (nueva flor), Silvana y Orazio lo han hecho a la inversa, han abierto hace apenas 2 meses, un maravilloso restaurante italiano en una ubicación de envidia (era el ex restaurante Face of Addis) en lo alto de una montaña que nada tiene que envidiar a las famosas vistas desde Mount Entoto (en las que ves la ciudad de Addis desde lejos). Mientras comes, ves las increíbles vistas panorámicas de la ciudad a través de unos ventanales de suelo a techo enormes. Lo llamaron Belvedere (bella vista) por las maravillosas vistas que ofrece sobre la ciudad. En el restaurante no sólo hemos comido excelente, sinó que ha sido una experiencia para todos. En el comedor, hemos conocido a gente muy interesante. Silvana me comenta que su clientela es un 80% extranjera y hemos coincido con un grupo de parejas mixtas que trabajan en cooperación en Addis y unos italianos que trabajaban en la embajada de su país. Hemos estado tomando el café con ellos y comentando sus curiosas experiencias en la capital etíope.
Nos ha servido focaccia con cebolla y romero, pizza margarita, pizza con verduras, tacos de queso que ellos mismos producen, calabacín frito, berenjena asada, pimientos a dados, carne a la piedra… El queso que hemos probado era una especie de manchego que estaba delicioso y que ellos mismos producen. Me ha contado Silvana que también elaboran queso gorgonzola, que comercializarán en unos meses cuando el restaurante ya haya arrancado. Una cosa que ha ayudado a que todo estuviera más bueno es que venían servidos los platos en unas enormes tablas de madera que nos hemos ido pasando de unos a otros. Como siempre, no se trata de comer, sinó de compartir, tanto la comida como experiencias.
Por último nos han traído unas crêpes de chocolate deshecho y un café casero dulce de grano etíope que hemos saboreado con pequeños sorbos. El café de Etiopía contiene muy poca cafeína, y se suele hacer tostando in situ los granos y elaborandolo al momento. No se suele tomar con leche, ya que no necesitas ni suavizar ni endulzar su sabor. De hecho Etiopía vive en gran parte de la exportación de su café al resto del mundo.
Silvana y Orazio también venden las conservas de alcachofas, pimientos y berenjenas que ellos mismos elaboran. Un lugar que seguro vendrá a más y que por ahora está lleno tan sólo del boca oreja, no puedo imaginar cuando haya pasado el rodaje el nombre que tendrá, y en gran parte el éxito viene por el amor e ilusión con el que hacen las cosas. He entrado en la cocina y todos han sido muy amables. Silvana y Orazio han contratado a sus 7 empleados de los barrios más humildes de Addis. Gente que apenas tenía para comer, y les han enseñado a cocinar gastronomía italiana. Se les veía contentos y orgullosos, de hecho uno de ellos era sordo y mudo y cuando he hecho la foto me ha mirado y me ha hecho el gesto de señalar a sus oídos negando con la cabeza de lado a lado pero con una amplia sonrisa en su rostro.
La cocina es preciosa, llena de vida y calidez, con especies por todas partes, cazos de barro, olor a masa de pizza y focaccia… Adoro la cocina italiana y todo lo que la envuelve. Pero lo diferenciador del restaurante son las vistas de Addis. Espectaculares. Después de comer me he sentado fuera en el suelo, con los pies colgado a una pequeña zona con césped y me he quedado mirando a la ciudad y he hecho una foto en mi memoria para no olvidar la ciudad a la que estaremos vinculados de por vida.
Le pregunto a Silvana que cómo es que volvieron a Etiopía después de tantos años en Italia y con una gran sonrisa en la mirada me ha dicho “I found love”. Y ese mismo enamoramiento lo transmite en su comida y en su modo de servirla y presentarla. Les deseo toda la suerte del mundo, porque se la merecen.
