Curiosities, Establecimientos gastronómicos

VILA-CLARA, CERAMISTAS DESDE 1949

Vila-Clara Ceramistes. Sis d’octubre, 27, 17100 La Bisbal d’Empordà. Telf. 972 640 185. www.vila-clara.com

El interior de la tienda
El interior de la tienda

Aunque en su tarjeta pone que están desde el 1950, me ha dicho Joan Vila-Clara, hijo del fundador, que en realidad esta fábrica de cerámica artesanal está funcionando desde el 1949, pero que su padre quiso poner la fecha desde cuando su establecimiento estaba más asentado. Joan, su hijo, acababa de nacer, y tiene ahora 62 años. Su hermano mayor empezó en la empresa antes que él, con 15 años y desde entonces han funcionado sin prisa pero sin pausa, haciéndose un nombre entre los artesanos de la zona. Sus cerámicas son muy bonitas, con colores realmente bellos y hay muchísimas opciones de formas y funcionalidades. Incluso hay una parte dedicada a productos en stock o con pequeñas taras, que están muy bien de precio. Había unos platos con siglas AC que encargaron y jamás pasaron a buscar, si tus siglas son estas, ya sabes.

El platito del Pez Vela
El platito del Pez Vela

Me impulsó la visita cuando fui a comer al Pez Vela en julio y le dí la vuelta a un plato del que me enamoré. Ahí fue cuando ví Vila-Clara y no he tardado en ir a conocerlos. Cuando le he contado la anécdota a Joan, me ha dicho que también sirven platos en el restaurante La Burg, que casualmente son amigos míos. También me ha dicho que les encantaría trabajar más para restaurantes, ya que cree que podrían aportar unas notas de color a los establecimientos. Así que si tienes un restaurante, te pueden hacer lo que quieras, a medida y con muchísima amabilidad.

Platos que van a NY
Platos que van a NY

Tenía que comprar un regalo para mis tíos americanos, a los que vamos a ir a ver en breve y he pensado que sería una buena opción llevarles un set bonito de platos hechos artesanalmente y típicos de la zona (espero que estén lo suficientemente bien envueltos y que no tenga la mala pata de que lleguen hechos añicos). Le he contado a Joan que sus platos iban a estar en una casa en Nueva York y le ha hecho mucha gracia, y entonces me ha contado la anécdota de unos clientes americanos que vinieron a La Bisbal, le compraron una tinaja a unos amigos profesores de la Universidad de Washington, y cuando abrieron el regalo, tenían la misma tinaja del mismo lugar! “No era exacta”, dice Joan, porqué nada en Vila-Clara lo es, que es precisamente la gracia de los productos hechos a mano.