Restaurante Rías de Galícia. Calle Lleida 7, 08004 Barcelona. Teléfono: 93 424 81 52.
El domingo fue el cumpleaños de mi padre y escogió ir a comer en família a la mítica marísquería Rías de Galícia, en Poble Sec. A mí me hacía ilusión porque obviamente ibamos a comer de maravilla, pero también porque recientemente había leído que los hermanos Iglesias, família propietaria del restaurante, iban a montar junto con los hermanos Adrià, el Tickets La Vida Tapas, como mencioné en un post anterior. Casualmente, de camino al Rías de Galícia, aparcamos el coche en un parking en el Paralelo y al salir, me dí cuenta que estábamos en un chaflán que correspondía al número del Tickets. Me subí al peldaño de la fachada, asomé la cabeza y hice una foto de las obras, que no se vé gran cosa, pero en ese momento me pareció muy emocionante.
Llegamos al Rías y nos quedamos mirando el escaparate un buen rato hasta que llegaron mis padres. Percebes, vieiras, langostas, cigalas… qué bonito y qué fresco todo. La boca se nos hacía agua.
Rías de Galícia es todo un clásico. Nació en 1986 bajo la dirección de la familia Iglesias y cuentan con viveros propios de los que reciben marisco fresco a diario. La carta del restaurante es extensísima, pero por suerte es muy amena, por ponerle una palabra, porqué a cada plato que sugieren les acompañan frases que conceptualmente dicen que compartir es vivir, que hay que divertirse e ilusionarse con cada bocado. “Si la vida es sueño, la comida es juego”.
Se nota que disfrutan realmente sirviendo a la gente, los camareros eran realmente amables y generosos y se intuye que la finalidad principal es la de cuidar al comensal, mimarlo y sobretodo hacerle pasar un buen rato experimentando con la comida.
Para compratir había jamon ibérico cortado of course con cuchillo, empanada gallega (un día de atún, otro de sardinas, de berberechos…), chipirones a la andaluza, pulpo a feira (hervido, con pimenton, sal gorda…)
Tienen también un apartado de conservas frescas “falsas” y platos tan diferentes como mejillones en escabeche de naranja, almejas vivas con granizado de limón o berberechos al vapor con mango y jugo de jengibre.
Tartar de bogavante, de toro, ostras, percebes, vieiras a la compostelana, cigalas, gambas, pescados, arroces y… ¡hasta cochinillo! Realmente DE TODO. Nosotros compartimos unos chipirones, unos calamares y luego tomamos dos magníficas parrilladas. Y los postres también estaban a la altura.
Como curiosidad, cuentan con una gran bodega climatizada con más de 20.000 botellas de vinos nacionales (24 D.O.) y extranjeros (14 países) en la que periódicamente se realizan catas de los mejores vinos, cavas y champagnes. También tienen una cava climatizada de puros con extenso surtido de vitolas (más de 60 referencias).
