Mas Sorrer. Restaurante y Jazz bar. Km 0,5 Ctra Gi-643. Gualta 17267, Girona. T 677 45 88 54. www.massorrer.cat
¿Qué puedo decir de este maravilloso lugar sito en el corazón del Baix Empordà? Pues que para mí es el lugar más mágico del mundo. Sí, sí, el más mágico. Tan mágico que es dónde escogimos casarnos para pasar la noche más mágica de mi vida.
Mas Sorrer abrió sus puertas de la mano de Gerard Argemí y Martí Friser (dueño del terreno y masía) como Jazz Bar en el verano del 2002, ofreciendo la mejor música y los mejores mojitos de la zona. Lo descubrí un día que saliendo del cine de Torroella con mis padres, siguiendo un camino de luces que no había visto jamás y adentrándome a una enorme esplanada con un par de coches. Ahora, más de 10 años han pasado y el parking está lleno, y ofrecen conciertos, pases de cortos… Durante estos años, Mas Sorrer no ha dejado de crecer, pero sin perder esencia, rumbo, buen gusto y cariño.
No fue hasta el 2008 cuando abrió su apetecible el restaurante, bajo la filosofía infalible de km 0, que tras meses de febrilidad, se mantiene cerrado de noviembre a marzo. En su carta, que se presenta principalmente en las pizzarras que cuelgan de sus paredes, podemos encontrar, por ejemplo, ensaladas ecológicas. Todas del huerto de Jaroni Fagàs, en Torroela de Fluvià, donde trabajan desde hace 3 generaciones. También encontramos platos para picar: puré de patata con aceite trufa, espárragos verdes, alcachofas fritas, bravas, berengenas con miel… Otra especialidad que ofrecen son los huevos en todas sus modalidades de las gallinas que corretean por Mas Sorrer con espárragos y ajos tiernos, rotos con chistorra o jamón o foie y patatas, o huevo poché con crema de patata y panceta salteada.
Ofrecen en la carta alguna pasta, como los raviolis de espárragos y queso Idiazabal, pero su plato fuerte sería su carne angus ecológica (medio kilo a 40 euros), que es una de las carnes más valoradas por los gastrónomos de medio mundo. El angus es procedente de ganado salvaje sin cuernos de Escocia. Tiene tantos adeptos porque su grasa es intramuscular en vez de tener grasa exterior (envolviendo el músculo). Por eso es una carne tierna, jugosa y de textura muy agradable. En 1873 fue exportada a USA. Esto no es Km0, claro, ¡pero es su única excepción y se la concedemos con mucho gusto! Otras carnes que sirven son la butifarra de sal y pimienta del carnicero de Bellcaire, que es de la opinión, junto con los gourmets, q la carne de cerdo hembra es mucho mejor q la del macho.
En Mas Sorrer también podemos encontrar pescado. Pescado del día procedente de las lonjas más importantes de la Costa Brava preparado sin demasiados ornamentos para no disfrazar su sabor. Y por úlitmo el pan, que viene del Forn Marull de Parlavà a partir de masa madre de 2 generaciones previas hecho con harina de Girona. De postre el mítico recuit de drap de Pauet en Jafre (uno de mis postres preferidos al que nunca me resisto) y quesos de El Set de Mas Marcè en Siurana, Alt Empordà, de Puigperdros en La Cerdaña o de Carrat, de El Berguedà.
En la carta de vinos, encontramos una extensa selección nacional de todas las denominaciones de origen españolas pero principalmente catalanas. También algunas referencias de Francia, Italia y Alemania. En lo que a las bebidas se refiere, debemos destacar sus gin & tonics, que ofrecen una amplia gama de ginebras, entre ellas the London N1. Un dato, si en pleno verano no consigues reserva en su restaurante, siempre puedes tomarte unas burguers y hot dogs en la Roulotte que tienen al aire libre. El Menjazz en el Mas Sorrer se puede hacer tanto dentro, en un comedor ecléctico, auténtico y romántico (foto) o fuera, en una terraza amplia e infinita que se funde con los campos y huertos que lo rodean durante el día y con los fuegos, lucecitas varias y proyecciones durante la noche. Si prefieres pasar el día en la playa, también puedes ir a su chiringuito en la playa de Pals con artículo de In the Mood for Food.
Mas Sorrer es un lugar lleno de energía, donde la gente come bien, escucha buena música, baila y disfruta una buena copa en un entorno ingualable. Las noches en el Empordà aquí cobran sentido, son interesantes, únicas y divertidas, y aunque algunos creerán que exagero el llamarlo el lugar más mágico del mundo, al menos dejadme decir que sí lo es del Empordà. Los que lo conocéis ya sabéis de lo que hablo y estoy segura de que compartís mi opinión.